Lista: 5 sagas de videojuegos que dejaron de gustarme

Antes me apasionaban, pero, poco a poco, perdí el interés por ellas.

Publicado por Sergio García Esteban el 01/04/2024

Si sois gamers, probablemente tengáis una larga lista de videojuegos que están entre vuestros favoritos, de esos a los que podríais jugar una y otra vez, cuya historia os enganchó o que, simplemente, recordáis con mucho cariño. 

Es más, seguro que hay una o dos sagas (o incluso más, quién sabe) que se encuentran entre vuestra preferidas y os hacéis con cada uno de los lanzamientos el día uno. A mí, por ejemplo, me pasa con Pokémon, pero también hay otras muchas que me apasionan, como The Legend of Zelda o Super Mario Bros. (Soy muy nintendero en ese sentido, no os voy a engañar). 

Ahora bien, no vengo a hablaros hoy aquí de aquellas series que me encantan, sino de todo lo contrario: hoy, frikis, quiero hablaros de esas otras que, en un momento de mi vida me gustaban, pero que, con el paso de los años, han pasado a un segundo plano. Ya sea por falta de tiempo para poder jugarlas, porque el argumento de los nuevos trabajos realizados me ha llamado menos la atención o simplemente porque había otras opciones que me atraían más, lo cierto es que estas sagas ya no me gustan tanto como antes o, directamente, han dejado de gustarme.

¿Queréis saber cuáles son estos títulos? Entonces continuad leyendo. ¡Dentro post!

Assassin's creed

Corría el año 2007 cuando Ubisoft lanzó al mercado Assassin’s Creed, un juego de acción y aventura que mezclaba el sigilo con los combates y la exploración. Este título nos introdujo en una saga de videojuegos grandiosa, que, al menos bajo mi punto de vista, alcanzaría su máximo esplendor con las aventuras de Ezio Auditore y que, poco a poco, iría en declive, hasta el punto de perder un poco el rumbo.

Jugué con mucha ilusión hasta la llegada de Assassin’s Creed IV: Black Flag (cuya ambientación me encanta, todo hay que decirlo), pero, después de él, me desinflé y perdí el interés por el conflicto entre los asesinos y los templarios. Recientemente, he vuelto a la saga retomando algunos de los títulos que tenía pendientes, como Unity o Syndicate, aunque no he vuelto a tener esa ilusión de antaño.

resident evil

Cuando la primera entrega de esta franquicia salió al mercado, yo era muy pequeño. Recuerdo que mis hermanos lo alquilaron en un videoclub cercano, jugaron un poco delante de mí y pasé mucho miedo; de hecho, creo que esa noche tuve pesadillas. 

No me introduje en la saga hasta el tercer título, que me pilló unos años más mayor, y a partir de ahí devoré la cuarta entrega, mi favorita durante muchos años; me pasé la quinta, que me gustó menos; descubrí las dos primeras y probé, aunque no me enganché tanto, varios de los otros muchos juegos que tiene la serie, como Code: Verónica, Revelations o Zero. 

Ahora bien, nunca he jugado a las entregas seis, siete y ocho y, durante bastantes años, he estado sin tocar un título de la franquicia. No fue hasta el confinamiento que vivimos en 2020 cuando volví a la saga gracias a los remakes. 

digimon

Es cierto que hablar de Digimon como saga de videojuegos es un poco ambiguo, pues tiene títulos de diversos géneros y para diferentes tipos de público. Ahora bien, como buen fan del anime que fui cuando era niño, por supuesto también disfruté mucho de los juegos que salieron, sobre todo de aquellos que vieron la luz en PSX.

A medida que fueron pasando los años y me desvinculé un poco de los dibujos, hice lo propio con los videojuegos. De hecho, a día de hoy, no sabría deciros cuáles son los últimos títulos de la franquicia y mucho menos el género al que pertenecen. Probablemente, es una de esas sagas a las que no volveré a jugar.

el profesor layton

Con los títulos de nuestro querido profesor Layton tengo sentimientos encontrados, pues me parecen geniales, pero me acaban cansando rápido. Cuando los he jugado, he terminado dedicándole 1 ó 2 horas como mucho y, después, he pasado a otros videojuegos.

Es más, aunque he jugado a casi todos los juegos de la franquicia, tan solo me he comprado uno a lo largo de mi vida: El profesor Layton y la caja de Pandora, para Nintendo DS. El resto, o bien me los han dejado, o bien los he alquilado. 

Tengo ganas de que salga la nueva entrega para Nintendo Switch, ya que a mi mujer sí que le apasiona esta saga. Seguro que se lo compra y, tarde o temprano, acabaré jugándolo, aunque se que no me va a maravillar.

Harry Potter

A finales de los noventa y comienzos de los años dos mil, era habitual que a cada estreno de cine relativamente interesante le acompañase su adaptación a videojuego. Así, tuvimos un buen puñado de juegos de Disney, títulos de superhéroes o, como es el caso de la saga de la que os voy a hablar a continuación, juegos de Harry Potter. 

La franquicia del niño mago sigue siendo un éxito a día de hoy, no cabe duda, pero lo cierto es que las adaptaciones a videojuegos que hicieron de sus películas no estuvieron a la altura, al menos para mí. Si bien es cierto que disfruté mucho de La piedra filosofal y La cámara secreta, quizás en parte porque era pequeño y no me importaba tanto la calidad del título, sino simplemente ser Harry e ir por ahí lanzando Flipendo, el resto de juegos que lanzaron me importaron más bien poco; es más, me atrevería a decir que hay más de uno a los que no he jugado.

De hecho, la saga se volvió muy loca con el paso de los años, pues mientras que las primeras entregas se asemejaban más al género plataformas, las últimas, correspondientes a Las reliquias de la muerte, eran más similares a un Shooter en tercera persona, en el que tenías que cubrirte para evitar ataques rivales y disparar hechizos con tu varita.

Un último apunte: al contrario de lo que pasó con Digimon, que abandoné todo lo relacionado con la franquicia porque perdí el interés en ella, de Harry Potter he seguido siendo fan, ¡y mucho! Mi mujer y yo vemos las películas cada año, estoy releyendo los libros por enésima vez, uno de mis perros se llama Sirius en honor al padrino de Harry y mi boda tuvo temática de esta saga. Y, por supuesto, me encantó Hogwarts Legacy (ya sabéis algo más de mí, hala). 

bonus track: final Fantasy

He querido dejar esta saga para el final, y añadirla como un extra en el post de hoy, por la historia que tiene detrás, frikis. Quizás, si sois lectores habituales del blog y me seguís en redes sociales, esta incorporación a la lista os pueda chocar un poco, ya que recientemente hemos analizado Final Fantasy XVI y, en Twitter, he hablado mucho últimamente sobre Final Fantasy VII Rebirth, pero todo tiene su explicación.

Como ya comenté en la review de la decimosexta entrega de la saga, me inicié en esta serie de videojuegos con Final Fantasy VII, VIII y IX, tres títulos que, para mí, son la Santa Trinidad dentro de la franquicia. Más allá de estas obras, jugué (y disfruté) mucho a Final Fantasy X y descubrí todos los títulos anteriores. 

Ahora bien, todo lo que llegó después de la historia de Tidus y Yuna me ha ido gustando cada vez menos, hasta que llegó un punto en el que abandoné la franquicia de Squaresoft primero y Suare-Enix después. 

Todo esto cambió con la salida de las dos entregas del remake de Final Fantasy VII y con la historia de Clive Rosfield, que me han devuelto el cariño por la saga. ¿Seguirá la cosa así o volveré a desencantarme? Solo el tiempo lo dirá.

Hasta aquí mi repaso a las sagas de videojuegos que dejaron de gustarme. Si queréis, otro día puedo hablaros de esas a las que me enganché tarde o aquellas otras que me apasionaron, pero que ya están desaparecidas. 

Ahora es vuestro turno. ¿Cuáles son esas sagas que ya no os gustan? Dejadme vuestros comentarios en cualquiera de los perfiles de redes sociales de Palabra de friki.